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Dónde trabaja un masajista privado
Al mismo tiempo que trabaja por cuenta ajena, o como alternativa total, un masajista a domicilio puede dedicarse a la terapia manual acercándose a sus clientes.
No sólo en casa, como sugiere la definición «a domicilio», sino también en gimnasios, hoteles o instalaciones turísticas desde las que el cliente puede llamar a un masajista privado para un momento de bienestar y relajación.
La diferencia radica en los ingresos y en la forma de trabajar, pero no en la formación que, en todo caso, debe realizarse a través de cursos de formación de masajistas reconocidos; más adelante veremos por qué.
Talento, ingenio y el arte del masajista a domicilio
Quien decida crearse una carrera como masajista a domicilio debe, en primer lugar, centrarse en su talento para el masaje, especializándose en esta disciplina de forma polifacética. No sólo masajes de bienestar, sino también tratamientos nuevos y populares como los masajes ayurvédicos, la reflexología, la acupresión para masajes de cuello y espalda, o los masajes infantiles para bebés y familias que prefieren un masajista a domicilio en la tranquilidad de su propia casa.
Quien trabaja como masajista a domicilio o privado sabe que las exigencias pueden ser muchas, pero debe estar preparado para satisfacerlas de forma integral, por lo que debe centrarse en la formación continua en el sector del masaje.
A diferencia de un masajista que trabaja en un centro de bienestar, que se forma en función de las necesidades del cliente, el autónomo también debe informarse sobre el mercado y sus tendencias.
Sin embargo, a menudo los masajes de relajación son solicitados por quienes se alojan en hoteles y pensiones, para tener el máximo bienestar durante las vacaciones. Por otro lado, quienes llaman a un masajista de gimnasios y centros deportivos suelen querer un masaje descontracturante para refrescarse después de la actividad física.
Un masajista que quiera trabajar en un centro deportivo tendrá que empezar, sin duda, con cursos de masaje básico, y especializarse en masaje deportivo o reflexología podal, muy demandados en los entornos de competición y fitness y por quienes practican deporte de forma amateur pero intensa.
Naturalmente, el talento, la iniciativa y el dinamismo son la base de un trabajo que requiere un fuerte compromiso con la búsqueda de clientes y la retención de los existentes. Hay
que ayudar al cliente, mimarlo, infundirle energía y vitalidad en cada masaje. Para ello, es aconsejable ampliar los conocimientos no sólo en el campo del masaje, sino también en el estilo de vida, para una correcta alimentación, hábitos saludables y formas de relajación, estrategias antiestrés y meditaciones pacificadoras para convertirse a los ojos de los demás en un referente, y a los propios en un verdadero profesional.
Si trabajas con seriedad y carisma, puedes pensar en hacerte un buen nombre como masajista a domicilio en tu propia zona, manteniendo a tus clientes de forma constante, sin necesidad de emplearte de forma permanente en instalaciones de bienestar o centros de belleza.
Los ingresos de un masajista a domicilio
Si consigues crear una buena base de clientes, la remuneración por tanto trabajo puede ser muy buena, aunque también depende del tipo de masaje, de tu mercado objetivo (cuánto cuesta un masaje en tu zona) y de las posibilidades de crear paquetes de masajes para tus clientes.
Por una sola sesión puedes cobrar desde 30 euros por simples masajes de bienestar de media hora, hasta 100 euros y más por masajes especializados, como rituales ayurvédicos con aceites, piedras calientes, campanas tibetanas, etc. De media, el coste de un masaje de relajación es de unos 50 euros por unos 40-45 minutos, y los que trabajan por su cuenta en el local del cliente pueden ganar un buen dinero si consiguen programar al menos un par de citas al día.
A veces trabajan de acuerdo con hoteles y gimnasios, instalaciones que aseguran la presencia de un masajista pero definen porcentajes en la llamada, que deben ser tenidos en cuenta. Como es lógico, quienes trabajan en instalaciones o domicilios ajenos, sin el gasto de sus propios estudios, también pueden acordar costes diferentes y más bajos para los masajes continuos. Lo
importante es establecer de antemano la duración del masaje y su tipo, para evitar malentendidos y disputas a nivel económico.
Cómo convertirse en masajista, formación reconocida
Para ejercer la profesión de masajista de bienestar de forma segura y legal, es necesario haber realizado cursos específicos. Si tienes talento para la terapia manual, sólo puedes trabajar como masajista a domicilio si has obtenido un diploma válido de masajista, es decir, un diploma de masaje de bienestar.
Puedes adquirir esta cualificación asistiendo a cursos de masaje reconocidos, es decir, cursos que han sido validados por los organismos responsables del masaje y la cultura deportiva, como los cursos de masaje reconocidos de European Health School.
El certificado, que se obtiene al final de un curso de formación de varios niveles, te da la oportunidad de ejercer la profesión de masajista en toda España. Después de graduarte como masajista, puedes especializarte en varios tipos de manipulación, en función de sus intereses o de las tendencias de las demandas de los clientes.
El diploma de masajista
El título se obtiene tras el aprendizaje de las técnicas básicas de masaje y la superación de un examen específico. El título no sólo es útil para trabajar en salones de masaje o instalaciones deportivas, sino que, desde el punto de vista legal, aunque no sea obligatorio para trabajar como autónomo, empieza a serlo: recientes sentencias han indicado que cuando se ejerce la profesión de masajista sin un título válido se puede incurrir en sanciones. La legislación es controvertida, pero es imprescindible tener un título para evitar problemas legales y multas.
Es importante recordar que puedes trabajar como masajista a domicilio realizando masajes de bienestar, holísticos y bioenergéticos, pero no puedes realizar tratamientos curativos, que están reservados a los fisioterapeutas. Los masajistas de bienestar son autónomos que no están obligados a inscribirse en un registro nacional, a diferencia de los fisioterapeutas que realizan masajes relacionados con la salud y están sujetos a una formación universitaria y a exámenes específicos.