Nuestro sistema linfático está siempre sometido al cansancio y a “bloqueos”, que deben combatirse con una técnica adecuada de drenaje, con la reactivación de los vasos linfáticos, la eliminación de residuos metabólicos y acciones contra la retención de líquidos.
Por eso, desde principios del siglo XX, la investigación en el campo de los masajes y la masoterapia se ha centrado también en esta variante, especialmente gracias al biólogo y fisioterapeuta danés Emil Vodder.
Fue él quién inventó el drenaje linfático manual, que hoy representa la base de estudio y trabajo de todo masajista experto en el masaje de drenaje linfático.
Índice de contenido
Drenaje linfático y técnicas de reactivación
El masaje de drenaje linfático es capaz de reactivar el trabajo de los vasos linfáticos, promoviendo la eliminación del líquido y la linfa, que se concentran en estos vasos, cambiando el propio sistema mediante una función de anti- retención y anticelulítica.
Los masajistas que deseen convertirse en expertos en técnicas anticelulíticas, suelen realizar cursos de masaje que tienen como base el estudio de las diferentes manipulaciones destinadas al drenaje linfático y, sobre todo, del sistema de conducción linfático.
Este tipo de maniobra puede reactivar todo el sistema linfático, pero debe realizarse con cuidado, para drenar los líquidos intersticiales y actuar en la dirección correcta.
El sistema linfático
Ciertos fluidos, o linfa, fluyen por nuestro cuerpo como un sistema de agua común: los vasos o conductos linfáticos son capaces de transportarlos a diferentes partes del cuerpo, y esto es un motivo de peso.
Este complejo sistema de capilares, vasos linfáticos y órganos que crea el sistema linfático, está diseñado para garantizar la circulación de este fluido, que llena los intersticios presentes entre las células del cuerpo.
La razón por la que los llena es para realizar la función de drenaje continuo del propio líquido de todos los tejidos, excepto los del sistema nervioso central, el de los huesos y del tejido epitelial (piel).
La linfa tiene una composición diferente según el tejido u órgano del que se drene, aunque siempre tendrá una parte acuosa que contiene residuos desechables del metabolismo celular. También pueden contener grasas, proteínas y algunas sales minerales, así como corpúsculos, principalmente linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que se origina en la médula ósea, pero que se encuentra en el timo, para después llegar al bazo y a los ganglios linfáticos.
Por lo tanto, el sistema linfático, desempeña un papel importante en la producción y circulación de glóbulos blancos, es decir, en el desarrollo de las defensas del sistema inmune del organismo.
Las funciones del sistema linfático:
- drenar los tejidos del exceso de líquido y sustancias desechables
- la función metabólica de las grasas, permitiendo la absorción de los triglicéridos
- la función en el metabolismo
Si los fluidos se detienen o se acumulan en determinados lugares, el masaje de drenaje linfático es la opción adecuada. La linfa se acumula bajo la piel o en los músculos, fluye hacia una salida pero no lo consigue, por lo que es esencial desbloquear el sistema linfático y devolver los líquidos a los canales correctos, para que fluyan libres sin que se estanquen.
Las maniobras en el masaje de drenaje linfático
Para elegir un buen masajista de drenaje linfático manual, es importante saber seleccionar a aquellos que se especializan en el drenaje linfático, teniendo en cuenta no sólo el aspecto del cuidado estético y anticelulítico, sino también el de tratar a través del drenaje linfático algunas patologías del propio sistema linfático.
Un masajista experto podrá trabajar el drenaje linfático manual, por ejemplo, en los linfomas de tal modo que, los síntomas puedan reducirse. En este caso, el masaje de drenaje linfático puede tener efectos beneficiosos sobre las fibras musculares lisas, que se activan, mientras que las fibras musculares estriadas se relajan.
En el caso de otras afecciones, los efectos beneficiosos del drenaje linfático también se observan en los trastornos de la microcirculación, insuficiencia venosa, cervicalgia, los traumatismos musculares, los trastornos del sistema nervioso central, patologías del tejido conectivo como la esclerodermia y el lupus eritematoso.
Los tratamientos para estas patologías se apoyan en la aparición de determinados síntomas, que no deben confundirse con los tratamientos acordados con el médico especialista.
Las maniobras del masaje de drenaje linfático se realizan de manera lenta y suavemente, con movimientos repetitivos pero siempre siguiendo la línea de los vasos linfáticos. El efecto del masaje alcanza la piel y los tejidos subcutáneos; no llega en profundidad a las fibras musculares, pero sigue el curso de los flujos linfáticos subcutáneos, así como los epifasciales.
Los movimientos no ejercen gran presión y se dirigen siempre hacia las estaciones ganglionares, que representan las articulaciones del distrito linfático en cuestión sobre las que se actúa.
Para aumentar el efecto de liberación de los vasos linfáticos donde se acumulan los líquidos, hay que crear un movimiento alternativo de presión, siempre ligero, y de relajación. De este modo, la linfa, tenderá a moverse junto con el líquido intersticial: el masaje de drenaje linfático, de hecho, respeta el curso de los vasos linfáticos que se vacían y vuelven a llenarse con las pausas precisas.
El movimiento de fluidos también trae consigo células inmunes y proteínas, eliminando simultáneamente los desechos del sistema linfático y beneficiando a los tejidos con un nuevo suministro de proteínas y células.
Al seguir el curso del sistema linfático, el masaje provoca una reactivación pero también un efecto relajante, actuando sobre el sistema nervioso central.
Aceites y cremas en el masaje de drenaje linfático
Es en uno de los pocos casos en los que, ¡no son utilizados!
Si, porque las manipulaciones del masaje linfático deben realizarse con total adherencia de las manos a la piel, también para valorar si el drenaje linfático es doloroso o no. En tal caso, de hecho, no debe realizarse ningún masaje porqué los vasos linfáticos dejarían de funcionar.
Sin añadir ninguna sustancia, la maniobra activa la linfa dirigiendo los desechos y los líquidos estancados hacia los vasos linfáticos, sin crear enrojecimiento ni dolor.
Esto es especialmente cierto cuando se elige un masajista especializado en el masaje de drenaje linfático con función anticelulítica, ya que a menudo se piensa que son necesarios productos, aceites y cremas, para facilitar este proceso.
Cuando les veas trabajar con demasiados “pontingues” puedes sospechar… En realidad las maniobras del masajista de drenaje linfático bastan por sí solas para crear las condiciones para obtener resultados de un ciclo de masajes anticelulíticos.
Con una media de 3 semanas de masajes de drenaje linfático, ya se puede trabajar en muchas partes del cuerpo y mantener los resultados durante al menos 2 meses, con fases de mantenimiento de un par de sesiones mensuales.
Los líquidos acumulados en el tejido adiposo, en particular en glúteos y piernas, serán empujados hacia las capas profundas de la piel para llegar a los vasos linfáticos, listos para expulsarlos. La celulitis se forma cuando esto no ocurre de manera natural y las zonas de retención son la causa de la famosa piel de naranja.
Evidentemente, el tratamiento de drenaje linfático es válido como tratamiento anticelulítico cuando la celulitis está causada por la retención de líquidos en las vías linfáticas y no por otros problemas.