Los estudios indican que los programas de entrenamiento que incluyen tanto ejercicios aeróbicos como de fuerza son muy beneficiosos, con sesiones de entrenamiento de al menos 30 minutos.
Además de la edad y el sexo, las diferencias individuales y subjetivas también desempeñan un papel importante a la hora de determinar el valor que el ejercicio puede aportar a una persona. Por lo tanto, resulta básico tener en cuenta las características genéticas, los hábitos diarios y cualquier actividad deportiva previa.
Índice de contenido
Los efectos del ejercicio sobre la función cognitiva en las personas mayores
Numerosos estudios realizados en los últimos años han demostrado que el ejercicio puede mejorar los efectos del envejecimiento en el cerebro, tanto en lo que respecta a la prevención o el aplazamiento de la demencia como a la reducción del deterioro más normal de la función cognitiva relacionado con la edad. Las razones del efecto son, con toda seguridad, múltiples, por ejemplo:
El ejercicio tiene efectos claros sobre la capacidad del sistema cardiovascular y muchos estudios recientes han aportado pruebas crecientes que apoyan la relación entre el sistema cardiovascular y la salud de nuestro sistema cerebral: «lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro».
Esto puede ocurrir por varias razones, entre ellas el hecho de que el ejercicio puede aumentar el flujo de sangre rica en oxígeno al cerebro y que también ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. En relación con este último tema, un estudio reciente descubrió que los individuos con una tolerancia a la glucosa deteriorada tienden a tener un hipocampo más pequeño (útil para el aprendizaje y la sede de la memoria).
Curiosamente, aunque el ejercicio beneficia a ambos sexos, existen pruebas de que puede ser más beneficioso para las mujeres (mayores). Esto puede estar relacionado con el estado de los estrógenos. Existen pruebas de que, en las mujeres, los beneficios del ejercicio dependen de la presencia de estrógenos. Los niveles de actividad física voluntaria también dependen del estado de los estrógenos. Esto puede ser la base de algunos de los beneficios que la terapia hormonal puede tener en el funcionamiento cognitivo de las mujeres mayores.
Basándonos en lo que nos dicen las investigaciones más actuales, podemos decir que las principales indicaciones y beneficios del ejercicio sobre la función cognitiva en las personas mayores son:
- Los programas de entrenamiento que incluyen tanto ejercicio aeróbico como entrenamiento de fuerza produjeron mejores resultados en la capacidad cognitiva que cualquiera de los dos métodos por separado.
- Superar los 30 minutos de entrenamiento por sesión proporciona el máximo beneficio.
En el caso de las personas mayores, el objetivo es claramente garantizar que el ejercicio pueda contrarrestar parte del desgaste biológico causado por el envejecimiento.
Los efectos del ejercicio sobre la función cognitiva en niños y adultos jóvenes
Los estudios realizados en jóvenes y adultos son menos numerosos que los realizados en ancianos, pero como resultados básicos podemos señalar que la actividad de jogging, por lo que en general podemos considerar algo todas las actividades aeróbicas, al generar un mayor flujo de sangre y por tanto de oxígeno al cerebro permiten una mejor actividad cerebral.
De hecho, se consiguen mejoras tanto en la capacidad de cálculo como en la de memorización y reacción. Esto nos permite comprender cómo muchas áreas de nuestra masa cerebral pueden beneficiarse del movimiento y no sólo una en particular. Otros datos también nos sugieren que los niños en buena forma física identifican más rápidamente los estímulos visuales y mejoran el rendimiento escolar en un grado más o menos similar.
Regiones del cerebro afectadas por el ejercicio
Como se ha mencionado anteriormente, las pruebas científicas demuestran que varias zonas del cerebro se benefician de la actividad física. En particular, se ha observado que, además de una mejora en las capacidades lógicas, también hay un aumento positivo en las actitudes socio-relacionales, con una mayor actividad especialmente en los lóbulos frontales y temporales. Además, el movimiento también aumenta la capacidad de equilibrio, favoreciendo el mantenimiento de una buena masa neuronal en el cerebelo.
En general, se ha observado que, con el avance de la edad, el movimiento limita significativamente la pérdida de materia gris y blanca en nuestro sistema nervioso central, reduciendo los riesgos de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad. Siempre es interesante que estas mejoras sean más inducidas por una combinación de actividad aeróbica y anaeróbica.
Ejercicio físico y mental
Muchas personas del mundo artístico, tanto de épocas pasadas como actuales, suelen encontrar ideas ingeniosas para su trabajo a través del movimiento, de la interacción con la naturaleza y el mundo que les rodea.
Esto nos lleva a exponer un pensamiento cada vez más común en psicología, a saber, que caminar y hacer ejercicio, ya sea en una cinta de correr, en la montaña, junto al mar o en un prado con el perro, ayuda a mantener nuestro cerebro activo también en la expresión de actividades creativas.
Además, se ha observado que estas mejoras están relacionadas con el aumento de las endorfinas y las hormonas producidas por la actividad física, que, sobre todo en nuestro cerebro, dan una mayor sensación de relajación y reducen la percepción del estrés en la vida, ayudando también a los procesos de toma de decisiones en situaciones familiares y laborales.
Quizás, si se me permite especular, deberíamos considerar más seriamente que las actividades que combinan atributos intelectuales y físicos (y quizás sociales) podrían ser las mejores de todas.
Conclusiones
La ciencia nos dice que moverse es bueno para el cuerpo, con todos sus sistemas, órganos y tejidos, así como para nuestro cerebro y nuestra mente. Está claro que no todas las personas que realicen el mismo tipo de entrenamiento o actividad podrán tener las mismas mejoras, ya que también influyen factores genéticos y posibles patologías o limitaciones físicas y metabólicas.
Por lo tanto, es importante moverse, pero también hacerlo de la manera correcta, ¡quizás el seguimiento de un entrenador personal que haya asistido a un curso reconocido de entrenador personal, sea más apropiado para cada uno de nosotros! Poder disfrutar de una buena salud y minimizar cualquier riesgo de enfermedad y de salud.