A través de una acción de bombeo y distensión, el linfodrenaje estimula el flujo linfático y reduce y contrarresta la formación de estancamiento de líquidos. En 1932, el Dr. Vodder ideó esta metodología terapéutica a la que se le dio su nombre.
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Anatomía y fisiología
El sistema linfático es el conjunto de órganos que se encargan de la producción, multiplicación, activación de los linfocitos y la circulación de la linfa. Tiene tres funciones principales: recuperación (reintroduce en circulación las proteínas plasmáticas y el agua perdidas por los capilares para garantizar la homeostasis, es decir, el equilibrio); absorción (transporta los quilomicrones, proteínas y vitaminas liposolubles desde las vellosidades intestinales hasta la circulación sanguínea); inmunidad (la linfa es filtrada en los ganglios linfáticos, que retienen los agentes patógenos y desencadenan la respuesta inmunitaria específica).
Está constituido por un sistema de vasos linfáticos que crean una vía de comunicación entre el intersticio y la sangre venosa. La linfa es un líquido que proviene del drenaje del líquido intersticial, un fluido contenido en todos los tejidos conectivos en espacios no ocupados por células o estructuras. Junto con la sangre circulante, la linfa representa el medio a través del cual el líquido intersticial cede y recibe nutrientes, desechos y regulación (hormonas), necesarios para el mantenimiento de la integridad y la función celular; controla también el balance hídrico general, manteniendo el volumen sanguíneo normal y eliminando el agua en exceso que se acumula en los tejidos.
El elemento constitutivo elemental morfológico y funcional del tejido linfático son los ganglios linfáticos, también llamados nódulos linfáticos o ganglios linfáticos. Contienen células del sistema inmunitario en varios estadios de maduración. Realizan una acción de control y protección de la sangre periférica, filtrando y depurando la linfa, activando el sistema inmunológico y permitiendo el paso de leucocitos en el sistema linfático en presencia de patógenos. Las estaciones linfonodales tienen una ubicación topográfica constante.
Patologías del sistema linfático
El linfedema es un tipo particular de edema causado por la acumulación de linfa en los tejidos debido a una estasis. Puede ser congénito o adquirido, es especialmente visible en las extremidades, que pueden estar afectadas en su totalidad o parcialmente, y es inicialmente reducible con la posición declive. En estos casos, la piel es delicada y sensible y debe ser cuidada adecuadamente: los rasguños y las heridas pueden causar la fuga de linfa (linforragia) y, a veces, infecciones.
Con el empeoramiento y la cronicidad de la enfermedad, se llega a la etapa de elefantiasis. En caso de linfedema grave, se realizan intervenciones quirúrgicas para derivar la linfa estancada a una región hacia tejidos sanos (linfangioplastia) o trasplantes autólogos de ganglios linfáticos. Las disfunciones leves de la insuficiencia de este sistema, en cambio, causan una patología muy común: la celulitis. En esta condición, la acumulación de líquidos extracelulares conduce a la acumulación localizada de tejido adiposo.
¿Qué trastornos se pueden tratar con el drenaje linfático?
El drenaje linfático manual se utiliza en el tratamiento de numerosas patologías por su acción antiinflamatoria, cicatrizante, analgésica, relajante, y porque aumenta las defensas inmunológicas y la microcirculación periférica. Aquí hay algunos ejemplos.
- Edemas postquirúrgicos. Sinusitis, con disminución de las secreciones nasales y del dolor.
- Afecciones dermatológicas: acné vulgar, eczemas, enfermedades cutáneas de tipo alérgico.
- Estancamiento venoso de las piernas (como durante el embarazo o durante el período menstrual).
- Hinchazón de las piernas después de una prolongada estación erguida, con calor, pero también después de intervenciones de safenectomía o escleroterapia en varices, resultados de hematomas, distorsiones, luxaciones articulares.
- Edemas linfáticos como los de los miembros superiores derivados de mastectomías o de los miembros inferiores causados por terapias para el carcinoma de los órganos genitales masculinos y femeninos.
- Edemas locales post-traumáticos, formados después de la laceración de las fibras musculares, la luxación articular o la eliminación de aparatos enyesados.
- Síndrome postflebítico, con resolución de los edemas debidos al bloqueo venoso.
- Artrosis y enfermedades de tipo reumático.
- Inflamaciones crónicas de las vías respiratorias.
- Estreñimiento habitual (se favorece la peristalsis y la distensión de la musculatura de la pared abdominal).
En el campo estético: tratamiento de los edemas que se manifiestan después de las operaciones de cirugía plástica, lifting, blefaroplastia, etc.; celulitis (el masaje debe combinarse con contenciones, dieta y ejercicio físico); tratamiento de cicatrices (también para reducir o contrarrestar la formación de queloides); úlceras que cicatrizan difícilmente (úlceras varicosas); quemaduras.
Contraindicaciones
Las contraindicaciones para el tratamiento de drenaje linfático manual son: infecciones agudas, patología trombótica, tuberculosis, tumores malignos. Las contraindicaciones relativas, en cambio, son: diálisis o insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca, hipertiroidismo, asma, embarazo, enfermedad de Crohn.
Conclusiones
El drenaje linfático es una técnica de masaje que puede ayudar a muchas personas gracias a sus numerosas acciones beneficiosas. La sesión es tendencialmente relajante y bien tolerada, en particular si es realizada por un masajista que ha asistido a un curso de masaje linfodrenante reconocido. Un consejo: ¡beber mucho después de las sesiones para promover la acción del tratamiento y evitar dolores de cabeza o problemas relacionados con la deshidratación!